La previa a la salida fue un poco atormentada (y no por la meteorología). Esta salida, aunque estaba en el calendario oficial Pagaia desde principios de año, fue anulada. Aún así, aprovechando el finde del cumple del club, algunos nos organizamos para hacer la salida por nuestra cuenta. El día antes de salir por la mañana eramos la mitad de los previstos, pero por la tarde aún saltaron del bote algunos mas. Quedándonos Manel y yo, pero incorporando al entusiasta Txus del club Costa Daurada. La previsión para el viernes tampoco era muy buena, ya que presagiábamos mojarnos.
Estos nubarrones iniciales fueron los únicos del puente, ya que después todo fue sol de cara.
El viernes 12 habíamos quedado con Txus en la playa de La Mora, donde acudió acompañado de su hijo Mikel y su amigo Cesar.
La lluvia se quedo en el macizo del Garraf, para ir saliendo el sol al aproximarnos a Tarragona.
Así pudimos navegar tranquilamente el tramo de costa de Torredembarra a la Platja Llarga de Tarragona. Es un tramo corto (16 km ida/vuelta) pero muy bonito, con: acantilados, cuevas, playas "nudistas" con nombres exóticos como Waikiki, isleta artificial, castillo de Tamarit (conocido mundialmente desde la boda de Iniesta), faro de la Punta de la Galera (ultimo faro construido en Catalunya, año 2000), algún "rase-cailloux", etc.
Mientras nos tomavamos una merecida cervecita en una terraza de La Mora, se empezaron a formar nubarrones negros hacia el norte. Además vimos pasar el helicóptero de Salvamento Marítimo. Por la noche, en el Telenoticies-Vespre (minuto 36), nos enteramos que se había producido una tromba de agua (tornado marino), justo al norte del puerto de Torredembarra, donde habíamos estado navegando en kayak unas horas antes .
Al día siguiente (sábado 13) tocaba una buena tirada: L'Hospitalet de l'Infant - L'Ametlla de Mar - Ampolla, unos 31,5 Km. Txus cambio de compañero para su kayak doble, en lugar de su hijo hoy le acompañaba Ana.
Antes de embarcar tenemos que realizar la combinación de coches, dejando un vehículo en la Ampolla, que nos lleva 45 minutos.
La previsión era de viento flojo y aguaceros por la tarde; que tampoco se cumplió. Aun estamos esperando los aguaceros, y al llegar a L'Hospitalet comprobamos como se las gasta el viento en esta zona. En el primer tramo de playas tuvimos fuerte viento de tierra de costado; intentando navegar pegado a la costa, aunque una ligera mar de fondo nos impedía acercarnos demasiado. El viento fue disminuyendo a lo largo del día, y la costa cada vez mas alta nos protegía mejor.
En el primer tramo estuve maldiciendo la orza, que se había encallado, teniendo que corregir continuamente la deriva del kayak. No pudiendo arreglarla hasta el primer desembarco en Calafat.
Tras el primer tramo de playas (Arenal y Torn), llegamos a la zona acantilada del Torn. Allí nos encontramos con la gran cueva del Llop Marí. El fuerte oleaje hacia complicado acceder y darse la vuelta dentro de la cueva.
A continuación se presenta la central nuclear de Vandellòs, cuyo perímetro de seguridad, marcado con boyas, nos hacia abrirnos mar adentro, donde se notaba mas la fuerza del viento.
Tras la playa de la Almadrava, llegamos a Calafat. Desde la playa se podía oír el rugido de los motores del circuito cercano. La costa a partir de aquí presenta unos acantilados de unos 10-15 metros con numerosas calitas. Lastima que este tan urbanizada en primera linea de mar.
A mediodía desembarcamos en el Port de l'Estany para comer. A partir de aquí nos encontramos con una costa mas salvaje con apenas edificaciones, siendo la parte mas bonita y espectacular del recorrido. Normalmente se puede disfrutar de la vista de extensas praderas de posidonia, pero el oleaje y las lluvias de los días anteriores había enturbiado el agua. En los alrededores de la Punta de l'Àliga los acantilados crecen, presentando algunos islotes y pasos entre rocas.
En la bahia del Cap Roig (Perello mar) hacemos la ultima parada para desentumecer las piernas y vaciar la vejiga. Desde allí emprendemos la ultima tirada hasta desembarcar en la playa del Arenal de la Ampolla.
El último día (domingo 14) lo dedicamos a navegar por la desembocadura del Ebro. Hoy Txus venia solo, ya que no pudo engañar a nadie mas.
Mientras hacíamos los preparativos para embarcar en la rampa de Riumar, los mosquitos estaban de fiesta a nuestra costa. De fondo se oía disparos de los cazadores, que parecían venir de la Isla de Buda (¿reserva integral del parque natural?).
Tras embarcar nos dirigimos al primer objetivo del día: el faro del Cap de Tortosa. Este faro es una estructura metálica situada en mar abierto a unas 2 millas de la costa. Descendimos el Ebro hasta la desembocadura, para atravesar la ola que se forma en la barra del margen derecho. Hoy la ola era pequeñita y manejable. Tras ello, rumbo directo al faro, para una travesía en mar abierto de casi 6 kilómetros. El mar presentaba un oleaje tamaño marejada, al incrementarse la ola por el bajo fondo de la barra de arena que señala el faro. Al llegar al faro, y tras las fotos de rigor, emprendimos el retorno al continente sin demora; ya que la previsión era que el viento se incrementaría por la tarde hasta fuerza 5 Beaufort con mayor oleaje (fuerte marejada). La vuelta la hicimos en rumbo 270, directamente hasta el punto mas cercano a la costa, cabo Tortosa de la Isla de Buda, a 4 Km.
Desde allí fuimos resiguiendo la costa de la Isla de Sant Antoni hacia el norte, hasta desembarca en la barra de la desembocadura, para descansar y dar unos bocados. Reempredimos la navegación, tras portear los kayaks por la barra de arena, para ahorrarnos rodearla y el paso de la ola.
Atravesamos el Ebro, para adentrarnos en las marismas del Garxao. Navegando por este laguna, cuyo calado en algunos lugares es solo apta para nuestros kayaks, vamos observando a distintas aves (patos, ...), intentando progresar lentamente para no asustarlas. Aún así se van alejando de nosotros nadando o volando. Momento en que oímos un disparo, y vemos caer una presa en la isla de la izquierda. Rodeamos la isla, pasando del Garxao petit al Garxao gran. En esta laguna observamos una gran bandada de patos. Los vamos contorneando para no asustarlos, pero vemos que están muy confiados y no se espantan. Cuando nos acercamos mas, Manel puede comprobar que son de madera, empezando a oír los gritos desde la orilla de los cazadores. Nos alejamos hacia el faro de Buda, saliendo de la marisma. Solo queda remontar el Ebro hasta la rampa de Riumar, con alguna dificultada por el viento y la corriente en contra. En total 18,5 km de navegación.
Tras recoger los bártulos, nos despedimos de este largo fin de semana por tierras del sud con una buena paella.
Agradecer a Txus su colaboración y participación activa en el buen desarrollo de esta visita al otro extremo de la costa catalana.
Evaristo Quiroga
Bonitas salidas, algo parecido estoy pensando en hacer para la primavera que viene, de tres dias de duración. Un saludo y enhorabuena
ResponderEliminarMuy chula la expedición de tres días por mares tarraconenses. Gracias por explicarlo.
ResponderEliminarCarlesEs